Dado que el monitoreo del alcohol es un área sensible y crítica para la seguridad, iBac ha desarrollado un sistema que ofrece una distribución clara de roles y acceso, procesos rigurosos de identificación y autorización, así como un enfoque que prioriza la seguridad sin compromisos cuando se trata de manipular y almacenar datos de prueba.
Cada vez que se realiza una prueba, los datos se envían desde la aplicación móvil o estacionaria a la solución en la nube de iBac. La transferencia de datos se realiza a través de un protocolo HTTPS encriptado para la mayor seguridad posible. Como respuesta, el servidor envía notificaciones automáticas para confirmar si se recibió el envío.
Los datos se almacenan principalmente en servidores en la nube de iBac, lo que los aísla del acceso público. Los datos más pequeños, como la presencia en línea del usuario durante las pruebas, los números de teléfono y la cantidad de pruebas restantes antes de la calibración, se almacenan en la unidad iBac del usuario o en la aplicación iBac del teléfono inteligente.